Publicado por Carmelo Marcén Albero el Miércoles, 30 Noviembre 2016

Enganchados al carbón, con una adicción difícil de explicar, nublamos nuestra conciencia.

Enganchados al carbón, con una adicción difícil de explicar, nublamos nuestra conciencia. Así esta no siempre se entera de que existe un grave proceso que se llama cambio climático, por eso estamos en el pelotón de los torpes países reductores de emisiones. A pesar de los datos del “Atlas del cambio climático por Comunidades Autónomas” del Observatorio de la Sostenibilidad (OS). Los políticos, que aseguran estar preocupados por el cierre total de la actividad minera de Castilla-León, Asturias o Aragón y sus repercusiones en empleo y despoblación, animan a seguir quemando carbón para producir electricidad. “Se olvidan” de que España importó 19 millones de toneladas en 2015, un 18% más que el año anterior, lo cual sepulta un poco más a las zonas mineras, pendientes de una reorientación en su vida. El gobierno actual, el nuevo, no plantea el desenganche, mientras afirma que mantiene los compromisos con la COP 21 de la reducción de emisiones de GEI y así aportar algo contra el cambio climático. No se pierdan el artículo “España quema a sus mineros mientras bate récords de importación” de La Voz de Asturias. Los sabios dicen que el horizonte sin carbón electrizante está en 2025. ¿Llegarán a tiempo? Échenle un vistazo a las emisiones de la UE en conjunto o por países (en inglés). Se ven cosas interesantes.

Publicado el 14/12/2016 en Eco's de Celtiberia 

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