Publicado por HUMUS-SPAIN

Reciclaje y valorización de residuos ganaderos y de biomasa con el fin de conseguir humus de lombriz de alta calidad orgánica para agricultura ecológica y regeneración de ecosistemas degradados, impulsando así el potencial de sumidero de carbono de los suelos.

Humus-Spain, empresa creada en 2011, se dedica a revivir, nutrir y cuidar de los suelos y el planeta. Su actividad se centrar en valorizar residuos ganaderos y de biomasa y convertirlos en productos con valor añadido, como enmiendas ricas en materia orgánica y de alta calidad biológica, sustituyendo así el uso directo de estiércoles químicos.

Se estima que en España se generan unos 130 millones de toneladas de estiércoles y purines cada año. Sin embargo, sólo un 10% del total de estiércoles y un 50% del total de purines es utilizado en la elaboración de compost, lo que supone un desperdicio de potencial nutricional para los suelos además de una generación importante de residuos con alta carga orgánica.

Este proyecto pretende dar respuesta a esta realidad. Además, quiere ofrecer a las explotaciones ganaderas de ovejas próximas a las instalaciones de la compañía, en la comarca de Montes Norte en la provincia de Ciudad Real, una alternativa de gestión de residuos sostenibles. De esta forma, Humus-Spain recoge los residuos en tiempo y forma, para después, mediante un proceso de tratamiento ecológico, valorizarlos y convertirlos en humus. Este fertilizante orgánico será revertido a los suelos de manera controlada para devolverles la capacidad de retención de carbono y así crear plantaciones de calidad ambiental y con seguridad alimentaria.

Para conseguir humus de lombriz de alta calidad, en primer lugar, la cosecha es madurada durante un periodo superior a 10 meses (al menos tres ciclos de 3 meses el estiércol es compostado) con el fin de conseguir una flora microbiana elevada, eliminar posibles plagas y semillas que pueda contener. Posteriormente se incorpora el estiércol a los lechos donde se encuentran las lombrices para secado y maduración durante más de 2 meses, y finalmente es cribado. Una vez terminado el proceso, el producto se somete a controles de calidad y análisis periódicos, para proceder a su envasado y distribución.

El proyecto se alinea con la iniciativa 4 por 1000: Los suelos para la seguridad alimentaria y el clima, que busca incrementar la cantidad de materia orgánica en los suelos y el almacenamiento de carbono en los mismos en un 0,4% anual.