Publicado por MagicLight Iluminaciónel Martes, 16 Julio 2019
Si tienes dudas sobre si deberías cambiar tu vehículo, es importante que sepas que hay opciones más sostenibles y económicas, El retrofit se basa en la conversión de vehículos de gasolina o diésel en híbridos o eléctricos, perfectamente adaptados
Retrofit: cómo transformar un coche de combustió

La movilidad dentro de las grandes urbes se presenta como un verdadero problema, sobretodo por la congestión, el tráfico y la contaminación que genera. Ante esta realidad, cada vez son más las ciudades que se unen a la lucha contra la contaminación del sector automovilístico, por lo que han empezado a restringir la circulación de vehículos según el grado de emisiones que produzcan y a fijar una fecha para que la prohibición total de los vehículos diésel y de gasolina se haga efectiva.

Esta situación ha dibujado un escenario de incertidumbre entre los conductores, sobre todo por cuestiones como el precio, la autonomía y la vida útil de las baterías de los coches eléctricos, que aún frenan a muchos usuarios a dar el gran paso. Pero como en cada nuevo mercado, se abren opciones alternativas, y a la vez más económicas. Recibe el nombre de retrofit, y se trata de un negocio que se basa en la conversión de vehículos de gasolina o diésel en híbridos o eléctricos, perfectamente adaptados para que circulen por las ciudades.

Este modelo de negocio es más frecuente en Estados Unidos, donde existe mucha más permisividad en la homologación. Un ejemplo de ello es la empresa californiana Zelectric Motors, que movidos por su pasión por los coche clásicos, en 2006 decidieron fusionar el pasado con el futuro y convertir un antiguo escarabajo ragtop del 63 en un vehículo eléctrico. El futuro pasa por la electromovilidad, pero si algo tienen claro en esta empresa es que quieren desmarcarse de las líneas de ensamblaje: para ellos cada vehículo es un mundo y las creaciones son a medida, según la necesidad del cliente y del tipo de vehículo.

España tiene un problema con el envejecimiento del parque automovilístico, la media nacional supera ya los 12 años, y las perspectivas de futuro no son mucho mejores. La antigüedad de los vehículos es un factor decisivo a la hora de determinar la gravedad de las lesiones en un accidente, pero dar una segunda vida a estos automóviles podría ser una buena solución. Existen varias iniciativas en nuestro país que persiguen también el mismo objetivo: reconvertir vehículos de combustión en automóviles eléctricos. Este es el caso de eCoche y Elektrun Cars, dos empresas que acercan la electromovilidad a un público más amplio y que promueven la consciencia medioambiental.

Sin embargo, en ambos casos, el alto coste de la homologación les empuja a trabajar en red, lejos de las grandes multinacionales. Para que la conversión sea más económica se han de juntar pedidos de varios vehículos del mismo modelo para así reducir gastos y abordar mejor el proceso.El objetivo de eCoche no es el de crear ?un vehículo pensado para la masa, sino que este se personalice según las necesidades de cada individuo?, explica José Milara, coordinador I+D+i de la empresa. El proceso será diferente si, por ejemplo, lo compra una empresa de reparto que seguramente necesitará más autonomía que si lo compra un taller mecánico que necesitará una serie de prestaciones dentro de la cavidad del vehículo.

Álex D. Sánchez, investigador informático de Elektrun Cars, explica en el blog de la compañía que, aunque cualquier vehículo puede ser electrificado, es preferible que este sea antiguo, ya que es menos sofisticado y no tiene tanta electrónica, y pequeño, porque cuanto menos peso menos resistencia pone al rozamiento con la carretera y se gasta menos energía eléctrica. A partir de aquí, Sánchez empezó su proyecto comprándose por 500 euros un Twingo de segunda mano al que convirtió en un vehículo eléctrico, capaz de circular de forma limpia y sostenible por las ciudades.

Asimismo, retrofit no solo busca alargar la vida útil de los vehículos, sino que además también se presenta como una alternativa económica y más respetuosa con el medio ambiente. Mario Fernández, coordinador de proyectos de eCoche, explica que las principales diferencias entre ellos y el resto de empresas es que sus ?vehículos utilizan materiales que ya están en el mercado y esto genera un 80 % menos de emisiones de CO2 que el resto de vehículos eléctricos nuevos. Y, además, supone un ahorro de 1000 euros más o menos al año de combustible?.

Retrofit: el proceso de transformación

El portal informativo Motorpasión explica que el proceso de transformación de estos vehículos empieza por desmontar todos aquellos componentes relacionados con la combustión, es decir, el motor, la transmisión, la línea de escape, el depósito de combustible? Para después pedir y sustituirlos por los que conforman el vehículo eléctrico: el motor, el controlador, la placa para adaptar la caja de cambios original, las baterías, cableado, conectores, indicadores, fusibles, cuerpo del acelerador, etc. La última parte técnica, consiste en realizar los cambios necesarios para que todos los componentes confluyan, también los que funcionan de manera accesoria como el sistema de iluminación o la dirección asistida.

Simultáneamente, debes estar preparado para la parte burocrática. Cualquier cambio que se haga en el vehículo debe estar perfectamente documentado dentro de un proyecto de reforma, firmado por un ingeniero e instalado por un taller que certifique la instalación acorde con el proyecto y la ley.