Oney

Oney es una innovadora entidad financiera especializada en facilitar los pagos de sus clientes para hacer más fácil su día a día. La estrategia de RSC se basa en contribuir a un mundo más justo, más humano y sostenible, con una política social totalmente integrada en nuestro modelo de negocio.
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Oney se compromete a poner en marcha acciones ambiciosas dirigidas a frenar la emergencia climática y la reducción de sus emisiones de CO2, con el objetivo de contribuir así a la descarbonización de la economía y al cumplimiento del Acuerdo de París.

En Oney consideramos que, en el marco de la globalización actual, la gestión empresarial responsable es clave para afrontar los retos económicos, sociales y medioambientales de un futuro sostenible.

Nuestra política de Responsabilidad Social Corporativa tiene como misión gestionar nuestros recursos de manera adecuada, con el objetivo de establecer relaciones de confianza, respeto y de colaboración con nuestros distintos grupos de interés, contribuyendo así al desarrollo sostenible.

Ante los retos sociales y medioambientales, estamos convencidos de que debemos replantear nuestros modos de consumo, nuestros estilos de vida y nuestros modelos económicos para construir un mundo sostenible.

Uno de los pilares de Oney es fomentar una estrategia orientada en la responsabilidad social corporativa, con el objetivo de “Construir juntos una empresa que tenga un impacto positivo en la sociedad”.

Trabajamos para contribuir a un mundo más justo, más humano y sostenible. A tal efecto, hemos construido una política social totalmente integrada en nuestro modelo de negocio y basada en estos tres ejes principales:

  1. Por un mundo más justo: Impulsar los proyectos de las personas que nos rodean;
  2. Por un mundo más humano: crear valor humano a través de nuestra transformación digital;
  3. Por un mundo más sostenible: elaborar juntos unas formas de consumo más responsable.

POR UN MUNDO MÁS SOSTENIBLE:

FOMENTAR JUNTOS FORMAS DE CONSUMO MÁS RESPONSABLES

  • Animar a los grupos de interés a realizar un consumo más responsable: «Ante los desafíos de la sociedad, queremos anticipar los estilos de vida del futuro e implicarnos en favor de un consumo más responsable. Rechazamos fomentar un consumo desenfrenado. Queremos fomentar estos nuevos estilos de consumo a través de nuestras ofertas, nuestros socios y nuestros comportamientos».
  • Apoyar iniciativas que promuevan un consumo accesible para todos: «Queremos apoyar a los responsables de este futuro consumo a través de una política de mecenazgo voluntarista».
  • Sumarnos al compromiso Huella de Carbono Cero: «Nos comprometemos a limitar nuestros propios consumos y queremos anclarnos en la vía de la huella de carbono cero».

Por ello, nos comprometemos con los objetivos del Acuerdo de París , y trabajamos para reducir nuestras emisiones de dióxido de carbono manteniendo el calentamiento global muy por debajo de los 2 °C y prosiguiendo los esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C.

 

Oney realiza las siguientes acciones #PorElClima:

Utilizar dispositivos ahorradores de agua

Mediante la instalación de tecnologías eficientes en los puntos de consumo de agua de los edificios se puede reducir el consumo en un 50%.

Separar y reciclar electrodomésticos y equipos electrónicos

 

El mundo tecnológico en el que vivimos genera rápida evolución de la tecnología lo que tiene como consecuencia una enorme generación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) por la renovación de los mismos.

Se estima que la generación de este tipo de residuos aumentan a un ritmo tres veces superior al del resto de residuos urbanos, alcanzando la cifra de producción de 49 millones de toneladas en 2013 (datos estimados por la iniciativa de NNUU Solving the E-waste Problem- StEP). Actualmente, se calcula que en España se generan más de un millón de toneladas de residuos electrónicos, de las cuales en torno a 750.000 podrían reciclarse.

Los RAEE son los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos, tanto de origen doméstico como profesional, que por sus especiales características requiere de procesos de descontaminación y tratamiento específicos para evitar la posible contaminación que pueden generar. La clasificación engloba los aparatos que son desechados de las siguientes categorías:

  • Grandes electrodomésticos: frigoríficos, lavadoras, radiadores, etc.
  • Pequeños electrodomésticos: aspiradoras, cafeteras, secadores, etc.
  • Equipos de informática y telecomunicaciones: ordenadores, pantallas, teléfonos, etc.
  • Aparatos electrónicos de consumo: radios, televisores, instrumentos musicales, etc.
  • Herramientas eléctricas o electrónicas: taladros, máquinas de coser, etc.
  • Juguetes y equipos deportivos o de tiempo libre: consolas, juguetes teledirigidos, cronómetros deportivos, etc.
  • Aparatos médicos.
  • Instrumentos de vigilancia o control: detectores de humo, termostatos, alarmas, etc.
  • Máquinas expendedoras.

La mejor opción es, siempre que sea posible, la reparación o reutilización de los aparatos, evitando así que se conviertan en residuos. A la hora de comprar estos productos es importante elegir los que vayan a tener una duración más larga, y que puedan ser reparados en caso de avería o rotura. Haz un buen mantenimiento de las cosas y antes de desecharlos preguntar a un profesional por su posible arreglo.

Los aparatos eléctricos y electrónicos, cuando finalizan su ciclo de vida útil, deben depositarse en un punto de recogida selectiva para recogerlos de forma separada de otros residuos, garantizando que se almacenan de forma adecuada. Todos los aparatos están identificados con el símbolo de un contenedor tachado para informar a los consumidores de que no se pueden depositar en la basura.

Para la recogida selectiva de los RAEE se pueden utilizar los dos puntos básicos de recogida y almacenamiento:

  • Puntos Limpios y otros puntos municipales, donde los usuarios particulares pueden entregar los residuos de origen doméstico.
  • En los comercios de venta de aparatos al adquirir un nuevo dispositivo. Los comercios deben aceptar asimismo los pequeños aparatos electrodomésticos de menos de 20 cm. que les entreguen los usuarios, independientemente de si adquieren o no uno nuevo.

 

Separar y reciclar envases

 

Separar los residuos de envases para poder proceder a su posterior reciclado significa reducir el trabajo de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas, lo que conlleva una disminución importante del uso de la energía necesaria para llevar a cabo estos procesos. Reciclando disminuimos la presión sobre los recursos naturales, disminuimos las emisiones de CO2 y ayudamos a proteger el clima.

En 2014, España recicló el 73,7% de los residuos de envase doméstico lo que ha permitido ahorrar 1,2 millones de toneladas de CO2, que equivale a retirar el 25% de los coches censados en la ciudad de Madrid, reducir 3 millones de MWh, equivalente al consumo del 31% de los smartphones que hay en España y también reducir 24,5 millones de m3 de agua que equivale al consumo anual de 438.000 habitantes.

Según ECOEMBES, con ocho cajas de cereales se puede producir un libro, con 80 latas una llanta de coche, con seis bricks una caja de zapatos, y con 40 botellas de plástico PET (las usadas como envase de agua mineral) se puede hacer un forro polar. Cuando utilices los envases, sepáralos y recíclalos utilizando el contenedor amarillo para envases o los sistemas de recogida selectiva adecuados.

¿Cómo reciclar envases? Realiza la separación en origen y deposita en el contenedor amarillo

  • Botellas y envases de plástico: productos de higiene y limpieza, tarrinas, bandejas, envoltorios y bolsas.
  • Envases metálicos: latas, bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante tapas y tapones metálicos.
  • Briks de leche, zumos, sopas, etc.
Separar y reciclar papel y cartón

El papel que se recoge en España equivale al volumen de 44 estadios de fútbol y supone el 71% del que utilizamos.

Utilizar iluminación LED

Con bombillas LED ahorras hasta un 80% de la energía consumida en comparación con las bombillas tradicionales. Además, mejoras en calidad de luz.

Contratar electricidad procedente de fuentes renovables

Es posible contratar comercializadoras que solo compran energía en el mercado eléctrico que haya sido generada en centrales de producción con fuentes de energía renovable. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) otorga el certificado de origen renovable a estas centrales.

Instalar interruptores para zonificar la iluminación

Colocando cada 15 m2 interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie de la oficina, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado.

Impartir cursos de conducción eficiente para el personal laboral

La conducción eficiente permite generar un ahorro medio de carburante y una reducción de emisiones de CO2 del 15%.

Implantar sistemas de videoconferencia o reuniones online

La implantación de sistemas de comunicación permite reducir las emisiones de CO2 generadas por los desplazamientos y se consigue máxima eficiencia en la comunicación y un ahorro sustancial de costes y tiempo.

Optimizar rutas de transporte para el personal laboral

Optimizando las rutas de transporte se reducen los consumos de carburante y, por lo tanto, se reduce la generación de las emisiones de CO2 sin ninguna inversión inicial.

Elegir vehículos de flota con motores híbridos

Utilizar vehículos híbridos que funcionen con dos motores, uno de combustión y otro eléctrico, reduce de forma considerable el consumo de combustible y, por lo tanto, las emisiones de CO2.

Promover el uso del transporte público en los viajes del personal laboral

El coche privado representa el 16% del total de las emisiones de CO2 generadas en España. Esta cifra se puede reducir significativamente con el uso de transporte público, que es mucho más eficiente que el vehículo privado.

Calcular la huella de carbono de la organización

El cálculo de la huella de carbono es el primer paso para poder conocer las fuentes de emisiones de CO2 de ula organización. De esta manera, la huella de carbono permite identificar las medidas más eficientes a implementar para reducir las emisiones y consolidar la estrategia de acción frente al cambio climático.

Comunicar la huella de carbono a través de registros o bases de datos

La inscripción en registros o la comunicación de la huella de carbono en bases de datos contribuye a mejorar la transparencia en la gestión del cambio climático de la entidad. Existen diferentes herramientas como el Registro de la OECC o diferentes registros de CC.AA. que, en algunos casos, permiten obtener el reconocimiento oficial de la huella de carbono.

Reducir la huella de carbono de la organización

Al reducir la huella de carbono de la organización se reduce el impacto en el clima de la actividad. También se reducen los costes asociados al consumo de materias primas, de energía o de productos y, además, se genera un valor añadido en una sociedad cada vez más exigente en la acción frente al cambio climático.

Verificar la huella de carbono de la organización

Verificar la huella de carbono genera credibilidad al tener la garantía de un tercero independiente de que se ha calculado correctamente. Además, se genera un valor añadido para la marca en una sociedad cada vez más exigente en la acción frente al cambio climático.

Optimizar el uso de papel

Con 170 kilos de consumo anual por habitante, España ocupa el puesto 24 en el ranking mundial, lejos de los más de 300 kilos de papel y cartón que consume al año una persona belga, una luxemburguesa o una estadounidense.

Consumir productos y materias primas procedentes de materiales reciclados

El consumo de productos realizados con materiales reciclados tiene un menor impacto en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. Estos productos cumplen la misma o mejor función que un producto no reciclado y alcanzan las mismas o mejores cuotas de calidad y de satisfacción para el usuario. Generan menos emisiones de CO2 porque la mayoría de productos y materias primas procedentes de materiales reciclados necesitan en su obtención menos energía que los procedentes del medio natural.

Incluir criterios como la huella de carbono o la reducción de emisiones en los sistemas de compra

Se puede extender la responsabilidad frente al cambio climático exigiendo a terceros en los procesos de contratación o compra determinados requerimientos vinculados a la reducción de emisiones de CO2.

Trabajar con proveedores locales

El impacto para el clima de la producción local es, como mínimo, 5 veces menor que la producción deslocalizada. Además de reducir la huella de carbono de los productos, favoreces la economía local (hipótesis basada en datos de alimentos. TCO2/año actualización alimentos kilométricos. Dato INE empresas alimentarias).

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