Publicado por Universidad de Deustoel Martes, 17 Noviembre 2020

Reducir el consumo energético en edificios público a través de concienciación ciudadana, ya que se estima que el consumo energético asociado a la actividad humana dentro de edificios es del 30% del consumo total.

Objetivos de la iniciativa

El proyecto GreenSoul ha perseguido diseñar, implementar y probar un sistema de ahorro de energía en edificios terciarios.

Por un lado, GreenSoul se ha centrado en los dispositivos de vigilancia y monitorización energética de equipos personales (por ejemplo, ordenadores portátiles o pantallas) y de uso compartido (por ejemplo, iluminación, calefacción, ventilación y aire acondicionado o electrodomésticos).

Por otro lado, el proyecto ha ahondado en comprender los mejores mecanismos interactivos para dar recomendaciones personalizadas de uso eficiente de los recursos energéticos atendiendo a las características de los usuarios (sus perfiles socio-económicos).

Además, uno de los objetivos de GS es adaptar el feedback provisto a los posibles cambios de contexto (dicho feedback será diferente dependiendo de si el usuario debe crear, mejorar o mantener un comportamiento pro-ambiental). Una de las hipótesis del proyecto, y, por tanto, un objetivo de GS es que cada perfil de usuario tiene una forma óptima de recibir feedback sobre su consumo de energía y que, por tanto, recibiendo información por el canal adecuado en el momento adecuado se mejorarán las respuestas para aumentar la eficiencia energética. Los perfiles del personal trabajador involucrado se obtienen mediante cuestionarios en línea sujetos a la LOPD.

El sistema GS persigue aprovechar esta información para crear un modelo socioeconómico adaptado al usuario de cara a generar recomendaciones mediante TICs que lleven a ahorrar energía. Al invertir en la participación del usuario final en lugar de automatismos u obras de rehabilitación energética, se reducen los costes y se prolonga la sostenibilidad de los resultados en el tiempo. 

Resumen de la iniciativa 

El proyecto H2020 GreenSoul (de ahora en adelante GS) tiene por objetivo mejorar la eficiencia energética en edificios de oficinas, como pueden ser ciertas zonas de nuestra universidad, a través de acciones humanas tales como apagar la luz cuando los espacios de trabajo queden vacíos, poner los ordenadores en modo suspensión durante las pausas o modificar la temperatura del termostato según la época del año, de acuerdo a parámetros de eficiencia energética, eso sí, manteniendo el confort. En estos espacios de trabajo, que a nivel global consumen más de un tercio de los recursos primarios de energía, es particularmente desafiante despertar la motivación por desarrollar un comportamiento sostenible ya que el personal trabajador apenas percibe los beneficios derivados de su comportamiento y cualquier práctica en favor del medioambiente tiene un marcado acento altruista basado en creencias y valores pro-ambientales.

Además, el personal de dichas oficinas no tiene al alcance ningún mecanismo que le permita hacer un seguimiento del consumo energético, ya sea a nivel individual o a nivel colectivo. Básicamente, el impacto de los hábitos cotidianos sobre la energía consumida en el trabajo se plasma principalmente en la factura eléctrica, y ésta nunca llega al trabajador. Con el fin de abordar esta falta de interés en promocionar los hábitos sostenibles en el entorno de trabajo y teniendo en cuenta que se puede llegar a ahorrar hasta un 30% del consumo energético cambiando pautas de comportamiento de las personas que ocupan dichos espacios, surge el proyecto GS.

Este proyecto aplica estrategias de motivación y persuasión (que no coerción) provistas a través de novedosas Tecnologías de las Comunicaciones (TICs) y que hacen énfasis en mejorar el uso de los dispositivos compartidos que usamos a diario (por ejemplo, luces, impresoras, calefacción, etc.), así como en dispositivos de uso personal (por ejemplo, smartphones, estaciones de trabajo, pantallas, etc.).

Para ello:

  1. modela el comportamiento de las personas relacionado con la eficiencia energética en el trabajo;
  2. realiza una caracterización y segmentación socio-económica y demográfica mediante análisis estadístico;
  3. realiza un despliegue de una solución hardware de monitorización energética en cada unos de los 6 pilotos de cuatro países Europeos (Inglaterra, España, Austria y Grecia) abordados; y finalmente,
  4. analiza la efectividad de diferentes estrategias de persuasión provistas a través de diferentes canales interactivos en cada uno de los segmentos de población identificados. 

Capacidad de reducción o absorción de CO2

A nivel científico, hemos triangulado los resultados provenientes de tres fuentes de información diferenciadas:

  1. Encuestas antes y después del pilotaje para evaluar la conciencia energética, las motivaciones para cambiar el comportamiento y los principales obstáculos que dificultan la adopción de prácticas energéticas;
  2. El consumo de energía por usuario, por tratamiento y por edificio implicado;
  3. Grupos de discusión a lo largo de todas las fases experimentales. Los análisis de los cuestionarios realizados mostraron que los 350 empleados encuestados tras el pilotaje eran más conscientes de las acciones necesarias para mejorar la eficiencia energética que al principio del estudio.

Además, es relevante que después de la intervención ninguno de los grupos encuestados mostró ignorancia (no saber qué hacer para mejorar la eficiencia) ni desánimo debido a las prácticas de otros compañeros como barreras que les impidiesen actuar a favor del medio ambiente. El tratamiento experimental con la App y todos los tratamientos juntos a la vez fueron los que más contribuyeron a dicho cambio.

También observamos que la "confianza en la tecnología" es un mediador para promover con éxito el cambio de comportamiento pro-ambiental apoyándose en intervenciones basadas en las TIC. Los resultados en términos de ahorro general de energía, costos y emisiones están alineados con los hallazgos anteriores. La aplicación móvil y todos los tratamientos juntos introducen un ahorro de alrededor del 30% en la fase individual, mientras que, si la fase colectiva hubiese durado un año, se habrían ahorrado 8 MWh, 1,75 k? y 3,61 tCO2eq.

Los participantes de los grupos de discusión que fueron asignados a la condición experimental ?interacción ambiental? o a todos los tratamientos juntos siguieron realizando acciones de eficiencia energética al final del estudio. Fue muy relevante observar que las acciones sencillas, como el apagado de los equipos de uso personal (pantallas, PCs, portátiles), se extrapolan a otros contextos en los que no había condiciones experimentales (por ejemplo, en los aseos o en el hogar).

Por lo tanto, formulamos la hipótesis de que algunos tratamientos pueden desencadenar efectos indirectos/colaterales positivos. Los resultados de este trabajo han sido precursores de la consecución de otros dos proyectos europeos (PARITY y WHY - coordinado por la universidad) relacionados con la gestión energética y la concienciación ciudadana, que nos ayudarán a validar tal hipótesis. Y que demuestran el prometedor campo científico con importantes impactos socioeconómicos y medioambientales que esta investigación ha promovido. 

¿La iniciativa está alineada con la estrategia de reducción 1,5 ºC?

Una de las principales causas del cambio climático son las emisiones de CO2 debidas a la generación de energía para satisfacer las necesidades diarias de la población. Los edificios, en particular, son uno de los principales consumidores de energía (según el Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE), en España, alrededor del 40% de la energía total consumida proviene de los edificios).

Además, una parte muy importante de este consumo, en torno al 30% según los estudios, está asociada directa o indirectamente con las acciones diarias de las personas dentro del edificio. Esto significa que el desarrollo de acciones de eficiencia energética a través de la concienciación y el cambio de comportamiento puede tener un impacto muy significativo en el consumo de energía a un coste muy bajo (si lo comparamos con otras medidas como el aislamiento térmico, el cambio de luminarias o la automatización del entorno).

Sin embargo, estudios previos han demostrado que los usuarios de edificios públicos o privados adolecen de ningún incentivo para cambiar su comportamiento. Por lo tanto, es necesario desarrollar mejores técnicas de motivación que las tradicionales (incentivos monetarios). El proyecto GreenSoul aborda este problema de raíz creando un conjunto de mecanismos de persuasión proporcionados por medio de tecnologías TICs disruptivas.

De esta manera, el proyecto se ajusta a uno de los principales objetivos de la directiva europea "Energía limpia para todos los europeos": el principio de la eficiencia energética en primer lugar. Bajo este principio, la primera acción a tomar debe ser siempre mejorar la eficiencia energética. Además, el proyecto está alineado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS-12) en el que se aboga para que el consumo y la producción sostenibles contribuyan de manera sustancial a la mitigación de la pobreza y a la transición hacia economías verdes y con bajas emisiones de carbono.